lo feo de lo bonito
lo malo de lo bueno
lo mucho de lo poquito
y lo vacío de lo lleno.
Cuando el caldero humea, la bruja huele el revoltillo, se paladea, se frota los dedos, le suenan los nudillos, piensa en todos los malojillos; se pasa la larga lengua por el único colmillo y con maldad gozosa, recita su conjuro en prosa: - Desaparecerán. Ranm -planm. Desaparecerán.. Todas mis enemigas: las niñas bonitas, las inteligentes y las hermosas. Para mí, ellas son unas hormigas... todas beberán esta poción en golosinas, gaseosas, helados, chupetas, chicles y crocantes galletas y se volverán tontas y zoquetas y de rechupete les dará diabetes.. Ja..ja.ja..ji..ji.... las volveré sosas y perezosas, no podrán bailar, cantar y menos estudiar, les haré una maldición: ver todo el día televisión y con mis creencias astutas, las volveré flojas y brutas..ji..ji..ji.. lo juro en mi terrible conjuro..
La bruja, las manos se estruja, con maligno gozo se emociona, mete en el caldero mohoso una cuchara rara
remueve la pócima brillantina, la husmea con su nariz aquilina y se marea con la hedentina, se confunde y desatina; se tambalea, se equivoca, se lleva la cuchara a la boca, bebe pócima pastosa ... y...
¡ PAF ! Se desaparece ella misma ...
La bruja no sabía:
La bruja no sabía:
Quien al mal se dedica,
se perjudica.
Quien mal hace,
se le resarce.
Quien mal desea,
el mal lo marea.
se perjudica.
Quien mal hace,
se le resarce.
Quien mal desea,
el mal lo marea.
Quien mal predica,
el mal se le aplica.
Colorín “colorao” este cuento, (¡por fortuna!) ha “terminao”
Colorín “colorao” este cuento, (¡por fortuna!) ha “terminao”
Ilustración: Edis Benavides y N. A. Méndez Pérez.