P E T R O L I T O
( El niño de los taladros)
Autor:
Narciso Antonio Méndez Pérez
La fresca brisa ondulisa el verdor del gamelotal y la extensa sabana parece convertirse en suaves olas de un mar infinito.
Es Guanipa, en las mañanas es toda un verde tierno con sus torres de taladros cristalizadas por las ventisca; al mediodía se torna verde marino; al atardecer cambia a oro-palino; allí los balancines parecen indómitos caballos en eterno corcoveo; luego en la noche, Guanipa se convierte, en un profundo azabache, con mechurrios titilantes como gemas de oro incrustadas en la inmensa oscuridad.
Guanipa en la noche es insondable azabache y de día es mágica esmeralda de ondulante movimiento:
Cuando por primera vez, Peter vio el paisaje de Guanipa, sus ojos azules quedaron inmóviles, captándolo todo y al mismo tiempo evocando sus lejanos campos tejanos; con esas imágenes, recordó que él estaba allí para instalar taladros, estaciones de bombeo y oleoductos, taladrar las profundidades de la tierra, succionar el (petróleo) oro negro, bombearlo hasta los puertos y exportarlo al mundo del norte; sin embargo, la belleza de la sabana, seguía ondulando sus pensamientos.
EdisIlustración: Benavides
La fresca brisa ondulisa el verdor del gamelotal y la extensa sabana parece convertirse en suaves olas de un mar infinito.
Es Guanipa, en las mañanas es toda un verde tierno con sus torres de taladros cristalizadas por las ventisca; al mediodía se torna verde marino; al atardecer cambia a oro-palino; allí los balancines parecen indómitos caballos en eterno corcoveo; luego en la noche, Guanipa se convierte, en un profundo azabache, con mechurrios titilantes como gemas de oro incrustadas en la inmensa oscuridad.
Guanipa en la noche es insondable azabache y de día es mágica esmeralda de ondulante movimiento:
Cuando por primera vez, Peter vio el paisaje de Guanipa, sus ojos azules quedaron inmóviles, captándolo todo y al mismo tiempo evocando sus lejanos campos tejanos; con esas imágenes, recordó que él estaba allí para instalar taladros, estaciones de bombeo y oleoductos, taladrar las profundidades de la tierra, succionar el (petróleo) oro negro, bombearlo hasta los puertos y exportarlo al mundo del norte; sin embargo, la belleza de la sabana, seguía ondulando sus pensamientos.
EdisIlustración: Benavides
En un atardecer oropalino, Peter se acercó al río y al llegar a la orilla, nuevamente sus ojos fueron impactados: de las ambarinas aguas, como una orquídea, surgió la imagen de Kairine. El tan solo pudo exclamar: - ¡ My God ! (¡Dios mío!)
I: Edis Benavides
Ella se quedó
mirándolo y pensando como el rostro del extraño,
tenía el rojo de los
mereyes maduros; como los ojos se le tiñeron con las nubes o del azul de las mariposas.
Ella tan solo exclamó:
-¿Ohko kato ? (¿Será
cierto?). -
Kairine se acercó a Peter, le tocó la cara y los ojos y se dijo: - ¡Tia roroma! (¡Es de verdad!)
Kairine se acercó a Peter, le tocó la cara y los ojos y se dijo: - ¡Tia roroma! (¡Es de verdad!)
En una tarde de maltasay
(entre marzo y abril), Peter bajo al morichal y encontró a Kairine
rodeada de terecayas, flores y
guacamayas; se acercó a ella y dialogaron: -Peter - Kairine, I love you(
Kairine te amo).
Kairine: - Peter au dahpo kurume ma na eropa ( Peter Yo también te quiero). Peter - I will happy with your love ( seré feliz con tu amor)
Kairine - Amaro, amaro
yupuihme rima muise ba mara ( los
dos
viviremos muy felices). Kairine, hija de Kariñas, inmemoriales
moradores
de Guanipa, habitaba en el río de los morichales,
tortugas , peces de colores y de eternas aguas
color ambarino,
donde las bandadas de
cotorras, pericos, arrendajos y guacamayas, calmaban la sed en su peregrino
volar.
El río Morichal,
fue bendecido por machira(madres de las aguas); para que Kairine se mirase en
sus ambarinas aguas. Kairine invocó a Machira para consultar su unión con el
hombre extranjero de ojos azules; pero Machira se
ofendió y no apareció. Cuentan los viejos petroleros que del encuentro de la
bella Kairine con el gringo de azules
ojos, surgió un amor secreto y de ese amor, nació Petrolito.
Una tarde regresó
Machira y le dijo a Kairine: - Serás
luna llena y harás
las noches claras para los Kariñas; luego, Kairine llamó a Petrolito y le dijo: -
Hijo de mi gran amor, pronto partiré. La
luz de la luna te alumbrará, has de buscar a tu padre en muchos lugares:
taladros, tanque y balancines. Aprende a
llamarlo: - Yo hijo, madre Kairine,
padre Peter. En ese instante, la última mirada de la hija de los Kariñas, se
fundió con los rayos de la inmensa luna nueva.
El niño comenzó su peregrinar de taladro en
taladro, gritando en la inmensa y sombreada sabana:
-Yooo.. hijoo..madre Kairine.padre Peter.
Los
petroleros oyeron la voz resonar en toda la sabana y entre los gigantescos
tanques, llenos de petróleo, rebotaba el eco: MADRE. MADRE... Un encuellador de taladros comentó: - El pozo dio el reventón, nos bañó de barro y petróleo; luego
estalló un grito que hizo añicos el
silencio de la inmensa sabana: - Madree
Kairineee.. ¡Muchacho carrizo! ¿Qué
haces aquí?. Le gritó mi compañero y él,
corrió a esconderse en los mereyales. Así se extendió la noticia del niño que
aparecía en los campos petroleros, buscando a su papá, gritando sin cesar:-
Yooo.. hijooo.. madreeee... Kairineee... padree... piiiter. En
toda
Gauanipa los petroleros comentaban
la aparición del niño de los taladros, que
se escondía en los mereyales, aparecía y desaparecía corriendo sobre las
culebreantes tuberías. Curiosos y asustados los
guachimanes( vigilantes) de los
depósitos comentaban:
Guachimán 1:-Es el espíritu del petróleo.
Guachimán
2:- Que
Dios nos acompañe, cuando su voz surge de las torres de los taladros.
Petrolero 1-
Como si fuera de petróleo, se lo traga la tierra al esconderse en los
pozos.
Petrolero 2- Ese muchachito es un verdadero
misterio.
La noticia del niño de los
taladros, llegó hasta la escuela y en
las horas de recreo, era el comentario:
Rafael - El
taladro reventó ¡ pum!, baño de petróleo a mi tío y cuando se limpió los ojos, vió a Petrolito.
José - Mi tío es guachimam y lo ha oído gritar: -
Piiter y la voz de petrolito retumba entre los tanques.
Angel - ¿
Cómo es Perolito?
Rafael - Perolito
¡NO!. Petrolito. ¡ Gua!; de petróleo,
ja,ja,ja
José - Tu deja la broma, si tu buscaras a tu papá,
no te
Gustaría que te hagan burlas. ¿Verdad?
Martín - No lo han visto, solo oyen el grito: ¡Papá Piiteer!; además, dicen los Caribes que petrolito nació de un chorro de petróleo
que se negó a ser llevado fuera de Guanipa, se reveló y zas rompió la tubería y se escapó.
Angel – Entonces,
perolito es un negrito cumbacumbá, ja, ja.
José - También puede ser un catire rubio pelo
chicha, cerro prendío, como el petróleo
amarilloso.
Rafael - ¡Toma lo tuyo!
Angel - ¿Ustedes creen
que existe? Bhaa chamos.¡ Puro cuento!
José - A Petrolito, el tío de Rafael lo vio y mi tío
lo ha oído.
Antonio - Mi primo
casi agarra a Petrolito; pero apareció un conejo gigante, y.. zuass, se le
atravesó.
El Maestro Pérez - ¡Muchachos! ¿Qué bulla tienen?
Todos a una voz - Hablando del
petróleo maestro.
José -
Hasta los conejos ayudan a Petrolito. No es cuento.
- Padree. Piter. Padree. piter, madre Kairineee. Yoo ...hijoo.
Desde los inmensos tanques surgió la figura
de un hombre y con tono angustiado
respondió: -Yo ser Peter, yo ser Peter.
Pasaron muchas lunas y nunca mas volvió a
oírse la voz del niño de los taladros.
Mientras el recuerdo de Petrolito se iba
olvidando en Guanipa; los ojos de azul mariposas de un gringo anciano, todas
las noches de luna clara, seguían, el arquirecorrido de la luna nueva y amando su hermosa claridad, dulcemente se
quedaban dormidos. En un liviano amanecer, cuando la ventisca cristaliza las
torres de los taladros, sobre el verdor esmeraldino de Guanipa, aterrizó un
avión plateado; de el descendió un
hombre fuerte, de ojos semi-azules, pelo indio y piel cobriza de Kariñas, corrió
hacia el anciano, lo abrazó y besó, le extendió el brazo sobre el hombro y
caminaron hacia el río de los morichales. Allí conversaron:
Petrolito: -Padre ¿Quieres regresar a tus campos tejanos?-
Petrolito: -Padre ¿Quieres regresar a tus campos tejanos?-
- Iremos y volveremos,
aquí he de vivir para siempre bajo la luz de mi amada.- Contestó el padre.
Un viejo encuellador de taladros,
observándolos, comentó:
- Ese parece Petrolito, hijo de la bella
Kairine y del gringo, estoy seguro.
Ese es, el Petrolito, el mismo
de los taladros.
Ha vuelto a la tierra amada.
Ha vuelto a la tierra amada.
“Colrín” “ colorao”, este cuento se ha “terminao”.
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* ¡ Muy pronto un nuevo cuento!